domingo, 28 de agosto de 2011

Ella...


Ella está quemando todo...todo.
Los recuerdos, las ideas,los dolores y las promesas sin sentido que ocuparon su vida todos estos años, si tan solo pudiera parar ese dolor que la devora, ese dolor que se traga sus lagrimas y le impide llorar, porque mientras ella intenta ser fuerte y se desgarra el corazon al tratar de levantarse cada vez que sea cae, yo no puedo hacer mas que mirarla sufrir. Mi amor no puede sanar por completo a su corazon y me veo sujeta a cuidarle solo algunos fragmentos...¿Y las heridas mas graves? ¿Como curarlas?...No se puede, lo he intentado hasta quedarme sin aliento pero no funciona. Ya no se que hacer, la impotencia es el sentimiento mas temerario que he conocido ...la quiero.


Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche esta estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los ultimos versos que yo le escribo.



La primera vez que leí este poema, tambien fue la primera vez que me atrevi a robar algo...un pequeño libro de poesia de Pablo Neruda.