Increíble no.
Poco menos que cierto.
Improbable.
Sabía que lo seguiría queriendo, si es que realmente le quería. Pero claro, ella nunca se aclaraba, no sabía que sentía. Ella le admiraba desde lo lejos, le fascinaba cada pequeño rasgo, cada faceta, cada gesto que le dedicaba. Y joder, vaya si era confuso. No sabía si él la quería, quizás como amiga, quizás como algo más. Porque seamos sinceros, si fuera solo su amiga por qué chingados la habría besado.
Pero aquel día se decidió. No, no importaba que ella lo quisiera en la lejanía, que sus palabras hicieran temblar cada fibra de su diminuto cuerpo. A ella le bastaba con que él la hablase. Ella solo quería que fuera feliz. Y si para ello debía sacrificar su propia felicidad, al carajo con ella. Por supuesto, él ya amaba a alguien más, él sentía la necesidad de proteger a esa persona, de cuidarla y ampararla en sus brazos. Había alguien que le necesitaba más que ella.
Hoy pensaba dejarle ir. Hoy quería hacerle feliz. A costa de lo que sea.
'Si es necesario, desapareceré.'
No es un adiós, es un hasta pronto.
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